Cuando vemos a hermanos o hermanas ministrar con poder bajo la Unción del Espíritu de Dios, quedamos asombrados por la manera poderosa con la que el Señor los usa y la forma en que los dirije.
No puede uno menos que preguntarse: ¿cómo lo hicieron? o ¿cómo recibieron esa Unción?
La impresión más común es acerca de esos hermanos es la de que recibieron la Unción tras mucho esfuerzo y sacrificio, al menos, eso era lo que yo creía pero cuando descubrí la verdad quedé más que asombrado.
Quiero decirte que cuando conocí a los pastores Rodríguez de Bogotá, aprendí que no se trataba de recibir o aprender técnicas o visiones y que ni siquiera lo principal era añadir números a la iglesia, lo que aprendí fue que yo podía tener una relación de amistad con el Espíritu Santo y también aprendí cómo llegar a ella.
No se guardó nada mi hermano Ricardo sino que abrió su corazón y su boca para enseñarnos mediante su experiencia y ministración lo que es esta maravillosa relación.
Ser su amigo, hacer un pacto de amistad con Él me llevó a su Presencia y el estar en su Presencia trajo sobre mi la Unción.
Algunos creen que si piden mucho o ayunan lo suficiente, Dios les dará su Unción pues NO es así.
La Unción viene tan solo de estar con el Ungido, si te acercas a Él y permaneces con Él no habrá forma de que no la recibas.
¿Recuerdas que se trata de aceite? Si tu cabeza es el Ungido, si estás bajo esa cabeza, la Unción que baja y se desliza por todo su Cuerpo te alcanzará irremediablemente.
Una advertencia: No bases tu relación con Él en base a peticiones. Si tú tienes un hijo y el se acercara a tí solo para pedirte cosas ¿te agradaría? Si tuvieses una novia ¿te gustaría que ella solo se acercara a tí para pedirte o demandarte algo?
No cometas ese error con el Señor. Él no dice: si pides o ayunas mucho (estas cosas tienen su lugar pero no son para edificar tu relación con Él).
El dice: Deléitate en mi y yo concederé las peticiones y deseos de tu corazón, Yo soy galardonador de los que me buscan ¡lo que recibí de los Pastores Rodríguez fue la senda del gozo y del deleíte y no la del sacrificio!
Si se puede capturar la Unción, si estás en un lugar ungido, si estás con alguien ungido puedes capturarla y llevártela contigo pero desgraciadamente no te durará sino un tiempo, muchos han tenido esta experiencia y creido que pueden tener así un avivamiento y un cambio en su vida y ministerio para luego quedar frustrados pensando que no eran lo suficientemente santos.
Pero recuerda, la Unción fluye de estar con Él, ¿eso es todo pastor? oh si.
Oigamos el testimonio de alguien que la recibió, una oveja. Si, las ovejas agradables, mansas, delicadas, que querían y aceptaban estar con su pastor podían ser tomadas en brazos por este y allí, puestas sobre su regazo, cerca del pecho del pastor, eran untadas, frotadas, acariciadas con aceite, ese aceite alejaba las moscas y otros bichos de la oveja y la mantenía así libres de enfermedades, pero ese aceite les confería también un olor especial, el del aceite aderezado con especias y el del cuerpo mismo del pastor, ese es el olor de la Unción y el olor del Ungido.
Dios huele ese olor como Isaac olió los vestidos de Esaú en el cuerpo de Jacob y así decir: este es el olor de mi hijo. Gloria a Dios.
Los demonios y los que se pierden también huelen y detectan la Unción y les huele a muerte pero para nosotros es el olor de la vida de Dios en nosotros.
David (la oveja) decía:
1 Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23: 1-4
Palabras de alguien que ansiaba habitar en casa, en familia, con hermanos y con un Padre, David moraba con sus ovejas y se veía a si mismo delante de Dios como una de ellas, pero de pronto como que cambia el contexto y el entorno, de estar en descampado pasa a ser recibido en una casa y exclama:
5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Verso 5b
Mi buen Pastor, tómame, subeme a tu regazo, acércame a tu pecho (¿recuerdas a Juan?) derrama tu Aceite sobre mi y úntame con Él.
También dijo David:
1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! 2 Es como el buen óleo (Unción) sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras; 3 Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna. Sal 133.1-3
- Una motivación: Anhelar estar con tu Padre y habitar en familia en su Casa.
- Una actitud: Una humilde rendición a Él.
- Una acción a tomar: Búscale a Él y no lo que Él da.
El se queja: Mi pueblo busca mis manos pero no busca mi rostro. Haz un pacto con el Espíritu Santo de buscarle y ser su amigo, dile que le das permiso, que le ruegas que haga lo que sea para mantener ese pacto y busca un lugar para encontrarte con Él cada día, encuentra un lugar para esto (será tu lugar secreto) y lo más importante, cuando estés allí, llámalo, dile Espíritu Santo ven y no dejes de llamarlo hasta que sientas que llegó y entonces háblale, adórale no importa el tiempo solo adórale.
Bien, ahora te toca a tí, ahora todo depende de tí y de Él.
Dios te bendiga.
Pastor Enrique Bustillos
Este material puede ser reproducido citando a su autor.
1 comentario:
gracias bendigo a dios por hablarme atraves de esta pagina dios me ama y solo espera que lo busque lo deseo con toda mi alma dios los bendiga
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