lunes, 15 de agosto de 2016

LA FIDELIDAD DE DIOS

Cuando todo va bien en nuestras vidas, disfrutamos de buena salud y nada nos inquieta es fácil creer y afirmar con nuestras bocas aquellos atributos que Dios posee y que nos muestran cómo es Él y por lo tanto qué podemos esperar de nuestra relación con Él.

Estando yo en prueba, escuchaba a alguien expresar su admiración por su perro y sobre todo como resaltaba su fidelidad, lo cual hizo en repetidas ocasiones. Yo que escuchaba en silencio desde la perspectiva de mi quebranto pensaba: si un animal, criatura de Dios puede ser tan fiel, cuánto más lo será mi Padre Dios conmigo.

Vinieron a mi mente las palabras:
"Él es el mismo ayer y hoy y por los siglos". Hebreos 13: 8
y:
"el Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación". Santiago 1: 17
también recordé su Nombre:
YHVH el eterno Yo Soy,
fue, es y será.

Los hombres podemos ser buenos o malos, aunque sea duro de reconocer, nuestra bondad o cualquier otra característica moral en nosotros es pasajera, no dura, por el contrario lo que predomina en nosotros no es precisamente lo bueno. Cuando se trata de fidelidad o la falta de ella somos afectados activa y pasivamente, cuando la manifiestan hacia nosotros y cuando no es así, cuando nosotros la tenemos hacia otros y también cuando no, en muchos o demasiados momentos y etapas de nuestra vida, la fidelidad humana ha fallado.

Pero, con nuestro Dios no es así, su fidelidad es tan eterna como lo es Él mismo, no hay un momento cuando Él será fiel, Él es fiel, su fidelidad como el Dios que la posee no tiene un principio como tampoco tendrá un fin, repito: Él es fiel.

Como Él es al mismo ayer hoy y por los siglos así de inmutable es su fidelidad hacia nosotros, sin cambio ni sombra de variación es su fidelidad tanto como Él lo es, tan eterna como el Yo Soy es la fidelidad que lo caracteriza.

Puedo tener consuelo, firmeza y esperanza en medio de la prueba o de la difícil circunstancia, Él es fiel y siempre lo será, no me fallará porque no puede hacerlo, se trata de Dios, mi Dios, tu Dios.

Que tengas Gracia y Paz

Puede reproducirse citando al autor

viernes, 5 de agosto de 2016


LA IGLESIA NIÑA
Todos pasamos por una niñez espiritual, desde nuestro nuevo nacimiento se inicia un proceso de desarrollo que conlleva una madurez en cuanto a nuestro carácter hasta que este se asemeje al carácter de nuestro Señor Jesús.
Este proceso lo lleva a cabo el Espíritu de Dios en nuestras vidas a través la Gracia, entendiéndose esta como el poder o potencia de Dios actuando inmerecidamente a favor nuestro para que lleguemos a ser y hacer lo que Dios quiera que seamos y hagamos. Incluye enseñanza revelada, disciplina, pruebas, experiencias, sanidad interior, liberación, manifestaciones íntimas de su Presencia, ministraciones de los cinco ministerios sobre nuestras vidas, todas estas cosas originadas y proviniendo de y en la Santa Palabra de Dios y afirmando y cimentando a la persona cada vez más profundamente en ella.
La Biblia cataloga como cristiano carnal al niño espiritual en 1 Corintios 3:1
Así que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Hay varias señales que según la Biblia caracterizan a un niño espiritual. Una de ellas como lo indica el verso 2 del capítulo antes citado es la imposibilidad de recibir alimento sólido.
2 Os di a beber leche, no alimento sólido, porque todavía no podíais recibirlo. En verdad, ni aun ahora podéis,
Esto no solo se refiere a la profundidad de las enseñanzas sino también a la incapacidad para afrontar pruebas serias y asumir llamamientos.
Otra señal que muestra el cristiano carnal o inmaduro en Cristo es la facilidad con la que cae en celos, contiendas y divisiones fruto del egocentrismo del que todo niño adolece, tal como lo muestra el verso 3:
3 porque todavía sois carnales. Pues habiendo celos y contiendas entre vosotros, ¿no sois carnales y andáis como hombres
.
Andar como hombres se aplica a aquel cuya vida es dirigida por sus propios deseos, lógica e inteligencia, tal persona no teme a Dios y no se deja guiar por El ni le obedece.
Acompáñeme a Efesios 4: 14 y encontraremos otra característica del cristiano inmaduro:
14 para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error.
Notamos que el niño es llevado por circunstancias, hechos y palabras engañosas al error, al fracaso, a errar el blanco de lo que Dios ha determinado en su vida, es asombrosa la facilidad con la que es engañado y dolorosa la gravedad con la que defiende su error una vez caído en el.
Creo firmemente que el muy próximo Avivamiento de Venezuela ameritará de cristianos maduros, más aún, de Pastores maduros por tanto de Iglesias maduras.
Si, afirmo y creo porque Dios lo ha revelado desde hace mucho, que si va a haber un gigantesco Río de Dios en Venezuela que ciertamente no se parecerá en nada a lo que actualmente vivimos que algunos ignorantemente y sin temor de Dios llaman Avivamiento.
El Avivamiento de Venezuela no será por cierto quince o veinte millones de personas que confiesan a Cristo con sus bocas pero que con su comportamiento carnal y malos testimonios lo niegan y son de tropiezo a todo un país, no son millones compitiendo y contendiendo por ver quien o que debe estar de primero, tampoco personas que tan pronto aparece una revelación genuina del Espíritu de Dios se apresuran cual fariseos modernos a sancionar con maldición y hasta blasfemia lo que no conocen o no les es familiar o no se amolda a su particular teología.
Mucho menos estará este mover divino dirigido por Pastores y líderes que crean que su bendición y ministerios dependen de gobiernos y liderazgos de carne y sangre y tampoco por gente que vendió su llamamiento o ministerio o que defiendan y apoyen la maldad y la injusticia.
Las almas deben ser salvadas pero mucha gente en Venezuela se está perdiendo no porque no se les predicó sino porque precisamente alguien, un carnal, un inmaduro, un contendor, un sabio según la carne le predicó su evangelio. ¿Recordamos a los fariseos insignes conocedores y eméritos proselitistas que al lograr un adepto lo hacían más hijo del infierno que lo que ellos mismos eran?
¿Sabes que pasa cuando un niño engendra a otro niño? ¿Estará el tal capacitado para criar cuando más bien él mismo debe ser criado? Es como la madre adolescente que amamanta a un bebé en su regazo y lo sostiene con una mano pero con la otra juega con una muñeca al mismo tiempo.
Es por eso que el Dueño de la Iglesia en Venezuela trae juicio sobre la misma. La mancha, la arruga y la inmundicia saldrán con el trato de Dios sobre su pueblo.
Pastores niños o inmaduros producen ovejas inmaduras o carnales, iglesias niñas o inmaduras producen cristianos niños o carnales.
Los planes de hombres se caen ante la gravedad de la Mano de Dios. El tiempo no es el de inventar con humana sabiduría sino de clamar por misericordia y apartarse del pecado.
La Vieja Venezuela ya entró en los dolores de su alumbramiento, la Nueva Venezuela está por nacer y nacerá y encontrará una nueva generación de ministros, una Iglesia madura que podrá recibir la inmensa cantidad de nuevos creyentes que recibirán el antiguo llamado a creer y arrepentirse.
Nadie puede producir un nuevo nacimiento solo el Espíritu de Dios es capaz de hacerlo, enamorar a la gente del mundo ofreciéndole lo que ellos aman del mundo no es evangelismo.
Pastor, clama a tu Dios: ¡Señor ya yo no quiero seguir siendo un niño!

Que tengas abundancia de Gracia y Paz

Pastor Enrique

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